Para quienes no están familiarizados con el término, el astroturfing es la falsificación de la popularidad y de los movimientos sociales, generalmente a través de medios digitales. Aquí comentamos dos casos célebres de astroturfing chino, que tuvieron una amplia repercusión en prensa y nos sirven para entender el fenómeno y sus alcances.
El Partido de los 50 Centavos
Por varios años y en paralelo a las habituales prácticas de censura a través del bloqueo de contenidos, el gobierno chino ha realizado prácticas de astroturfing. El famoso “Partido de los 50 Centavos” es una organización cuya función consiste en contratar a jóvenes, la mayor parte de ellos estudiantes, para publicar comentarios a favor del gobierno en foros, blogs y sales de chat. El nombre es un mote despectivo que proviene del monto que el gobierno paga por cada publicación, 0,5 yuanes, además de un sueldo fijo. Los nombres oficiales que reciben estos activistas son “comentadores web» (wangluo pinglunyuan) o «supervisores web» (wangluo jinduyuan).
China superó los 500 millones de usuarios de Internet en junio de 2012; se trata de la audiencia más grande por nacionalidad. Algunas estimaciones indican que el “Partido de los 50 centavos” podría estar integrado por cerca de 300.000 miembros. Los jóvenes son seleccionados por sus habilidades literarias y, para pertenecer al “Partido de los 50 centavos”, deben asistir y aprobar una instrucción. La misión que deben desempeñar se condice con los cinco objetivos planteados por el presidente chino Hu Jintao en uno de sus discursos de 2008, en relación a los medios de comunicación:
1. Debemos adherir a los principios del espíritu del partido en el periodismo y mantenerlos firmemente, para una correcta guía de la opinión pública.
2. Debemos adherir al periodismo basado en la gente, incrementando la afinidad, el atractivo y el gusto por las noticias.
3. Debemos continuar reformando y renovando, mejorando la dirección y efectividad de la guía de la opinión pública.
4. Debemos fortalecer la construcción de los principales medios y la construcción de los nuevos medios, creando un nuevo patrón de guía de la opinión pública.
5. Debemos conscientemente tomar la responsabilidad de construir equipos de propaganda, mejorando nuestra comprensividad y fuerza de lucha.
La Armada del Agua
En paralelo al “Partido de los 50 Centavos” para el sector público, existe también en China la llamada “Armada del Agua de Internet” (Internet Water Army), dedicada a mejorar la reputación online del sector privado. Se dedica la publicación masiva de comentarios positivos o negativos, según el caso, acerca de productos y servicios, así como también eliminar los comentarios y publicaciones que critican a sus clientes.
Internet Water Army o wangluo shuijun no es una organización centralizada, sino que es la denominación que recibe el conjunto de empresas e individuos que brindan servicios de “comentaristas online” pagos para el sector privado. Un estudio realizado por investigadores de las universidades de Victoria (Canadá) y Beijing (China), llamado Battling the Internet Water Army: Detection of Hidden Paid Posters, desnuda la forma en que estos servicios de comentaristas online operan. Como indican los autores, la utilización de comentaristas pagos puede ser un recurso de marketing eficaz, pero también puede ser utilizado con fines maliciosos, para difundir información falsa y negativa acerca de empresas de la competencia, y cobra especial importancia su estudio debido al impacto comunicacional que puede tener.
El mismo estudio se refiere al caso más resonante y emblemático en el que tuvo participación la Internet Water Army: el que involucró a las empresas Qihoo 360 (desarrolladora de un software antivirus líder) y Tencent (la empresa tecnológica más grande de China). El 27 de septiembre de 2010, Qihoo 360 denunció que Tencent secretamente escanea el disco rígido de sus usuarios cuando su programa de chat, llamado QQ, es utilizado. En respuesta, Tencent anunció que su programa ya no podría ser instalado en computadoras que tuviesen 360 instalado. Esto generó una gran controversia entre los usuarios, que se vieron obligados a tomar partido por una u otra empresa. El debate se desarrolló a través de foros y redes sociales y, aunque ambas empresas declararon no haber utilizado comentaristas pagos, la investigación chino-canadiense y su procedimiento para encontrar irregularidades en los posteos demuestran lo contrario.